“Miren: una doncella concebirá y dará a luz un hijo, y le pondrán por nombre Emmanuel”
Is 7, 14b
Dios en el Primer Testamento se mostró siempre como el Dios cercano a su pueblo, como el Dios que hace alianza, como el Dios fiel. A través de Abraham, Isaac, Jacob y una larga lista de profetas Dios cumplió su promesa de estar en medio de ellos.
Pero sólo mediante la Encarnación de Jesucristo podemos decir con certeza que Dios es Emmanuel, que Dios está con nosotros. Dios puso su tienda entre nosotros (Jn1, 14b).
¡Qué maravilloso intercambio!: Dios se hace hombre para que nosotros nos hagamos como Dios. ¡La humanidad adquiere un valor inestimable!
La Navidad nos recuerda que todo ser humano es valioso, que las distinciones las hace el hombre, que la discriminación va en contra del plan de Dios.
Navidad es Dios con nosotros, y no puede estar Dios con nosotros si no practicamos el amor, la fraternidad y la justicia. No puede nacer Jesús en mí si no soy capaz de preocuparme por el hermano, por el que sufre, por el alejado, por el triste.
Que en estos días de fiesta Dios nos conceda un corazón abierto a todos, un corazón de hermano para con los más necesitados.
“Que tu Iglesia, Señor, sea un recinto donde se practique la verdad y el amor, la libertad, la justicia y la paz, y todos los hombres se abran a la esperanza de un mundo nuevo”.
Plegaria Eucarística V c
Feliz Navidad y Próspero 2009 te deseo con todo el corazón.
